viernes, 15 de septiembre de 2017

LA IGLESIA BOMBARDEADA

LA IGLESIA BOMBARDEADA





Junio / 20 / 2003

Paseo  en  un  pueblo, del  cual no se  su  nombre ni ubicación,
Fuimos ayer con mi madre a un pueblo que no conozco.
Tiene un valle amplio donde siembran maíz, pero en estos momentos solo se deja ver el ganado, que se alimenta de lo que queda después de la cosecha, este valle esta cercado con una pequeñas bardas de piedra, aproximadamente como un metro de altura, al entrar al pueblo es una calle amplia, de terrecería hace mucho calor, el pueblo se ve triste y seco, con pocos habitantes.

El camión donde viajamos, esta muy viejo, pero eso no importa, por que mi mamá quiere llegar al pueblo como sea, quiere visitar una iglesia que le dijeron que hay una imagen que es muy milagrosa, no se que imagen de santo será, y es preferible usar este camión,  antes que venir caminando.

Cuando pasábamos en el autobús, por la calle de terrecería, creo  que es la calle principal, a los extremos de la calle hay unas casas de adobe, los patios están cercados con alambre de púas, había unos postes del alambrado caídos, como si no les importa que los animales entren y terminen de destruir lo poco que queda de la cosecha.
Cuando llegamos donde se supone que era el centro  del  pueblo,
Dije, hemos llegado al pueblo… Mamá ¿donde quiere ir?
Ya estamos aquí, este es el  pueblo al que usted quería venir, mi madre no me responde, bajamos solo las dos de autobús en silencio, nos paramos frente a unos pequeños arbustos, entonces le digo, mamá, aquí parece que no hay gente, no me responde, solo camina y yo la sigo en silencio.

Paso el tiempo, quizás solo seria unos minutos que pasaron, cuando se empieza a sentirse un calor insoportable, y el viento era tan fuerte que levantaba el polvo y no me dejaba ver  para adelante, entonces vuelvo y le digo, mamá, donde es que  quiere ir, por que mis hijos están solos ¡No podemos quedarnos aquí! Mi madre no responde, y sigue caminando, parece que no me escucha, seguimos caminando en silencio en esa misma calle, pero sin saber  para donde  nos dirigíamos…En ese instante, exclame con alegría, ¿Mire mamá, ahí esta la Iglesia?
¿Quiere entrar? Sin pronunciar palabra, se dirigió a la iglesia, cuando estamos paradas frente a la Iglesia, mi madre dijo Hun, como si estuviera enfadad ¿Para eso venimos asta aquí? Mira la puerta, ¡Esta cerrada! ¡Mamá por favor! Conteste indignada, no se ponga así, estoy  tratando de complacerla, mire que grande es la puerta, y además ¡La iglesia es de piedra!

LA IGLESIA BOMBARDEADA

¡Y que con eso! Respondió mi madre un poco enojada, y un poco sentida, así se escucho su voz,
¡Mira, que no vez que la puerta esta serrada!
 Replico mi madre, ya demasiado molesta, ¿Ahora que hacemos?

Nada, le respondí, vamos a ver si tiene puertas a los lados le conteste, posiblemente este alguna puerta abierta,


Así como la Iglesia de la Asunción, conteste, a veces la puerta principal se ve que esta cerrada,  y las puertas del costado están abiertas, entonces caminemos para la izquierda, para ver si la puerta esta abierta,  bien entonces vamos, mi madre camino tras de mi.

¿Dios mío que es esto? Exclame… Mire mamá,
¡Aquí parece que hubo una guerra!
¡Porque bombardearon la Iglesia! Mamá, mire esto.
¡En ambos lados están derrumbadas las paredes!
Esto me parece extraño, que la pared de enfrente esta intacta y aquí en medio todo destruido, seguí comentando.
¡En la parte de atrás que no hay  puertas, las paredes estén intactas!
Además como es que la parte de atrás donde se encuentre el altar, ¡Solo hay polvo! Entramos caminando sobre los escombros del material que estaba en el centro de la Iglesia. Y desde ahí recorrí con la mirada todo el rededor de la iglesia o lo que quedaba de ella.

Mire mamá lo que esta allá, y le señale con el dedo, al lado derecho mamá, sobre ese mármol blanco que esta en el piso, cerca del altar blanco, esta una imagen, ¡Vamos a ver que imagen es!
       


Mi madre me siguió y al llegar frente al altar de mármol blanco, vimos que la imagen que estaba en el piso, sobre otro pedazo grande de mármol blanco, era un Cristo roto, si, solo le faltaba un brazo, todo lo demás estaba intacto.

Era un Cristo roto, que le faltaba un brazo, pero no tenía La Cruz…Estaba en el piso, sobre un mármol frío, lo acomodaron como si estuviera durmiendo, bueno esa era lo que me paresia, estaba como recostado de lado y tenía solo un brazo, el brazo que le faltaba, estaba tirado junto al altar de mármol blanco.

¡Mamá! Exclame, ¿Es un Cristo igual al que esta en Chichihualco?  Mi madre no decía nada, solo me miraba. ¡Si mire bien!
¡Se parece al Cristo que esta en el ataúd!

LA IGLESIA BOMBARDEADA

El Cristo que pueden sacar del  ataúd, y que lo crucifican en semana santa,
¿Verdad que si mamá? Reafirme como si mi madre me estuviera preguntando y le dije, mire bien,
¡Se parece Al Cristo que esta en la Iglesia de San Miguel!
En ese momento camine para agarrar el brazo y me agache, cuando tenia el brazo en las manos dije en voz alta, ¡Pobrecito! Mire mamá como quedo el brazo, si que esta lleno de polvo.

Le dije a mi madre ¡Que acaso esta gente que hizo esto no tiene compasión! Aunque sea solo una imagen, ¡Deberían de tener respeto!
En se momento se escucho una voz fuerte que dijo,
¡Tú puedes arreglarme el brazo si quieres!
¡Solo ponlo asía arriba para que se me acomode!
¡Quede nuda al escuchar esa voz!
¡Pero al momento obedecí esa voz! Eleve el brazo como me dijo, puse el brazo para arriba y al ponerlo junto a la imagen, hizo un ruido como si fuera un imán, ¡Lo atrajo junto a el y solo se le acomodo!
Solo se escucho un (click)  mire al Cristo, yo no soltaba el brazo, pero sabia que ya estaba en su  lugar…. Entonces mirando la cara del Cristo, suavemente y con cuidado, baje el brazo poniéndolo con mucho cuidado, sobre el  cuerpo de la imagen que estaba en el mármol frío.

El Cristo quedo postrado en el mármol como si se acomodara para dormir, doblando los brazos junto a su pecho.

 En ese momento solo pensé.
Y se pusiera este Cristo en aquel altar que esta en el centro,
¿Ese altar debe ser el altar mayor? Esta  grande y es de mármol blanco.
Y de pronto, al instante el Cristo apareció en aquel altar del centro, cubierto con una sabana blanca sin ninguna partícula de polvo.

Mi madre seguía de pie sin decir nada, solo estaba mirando todo lo que sucedía.
En ese momento se abría una pequeña puerta de madera que estaba cerca de donde estaba el altar de mármol blanco, de donde salio un sacerdote revestido, con una capa color verde y enfrente una Cruz dorada, el sacerdote estaba preparado, listo para celebrar la misa.






LA IGLESIA BOMBARDEADA

No se donde salio la gente que estaba parada en el centro de la iglesia, porque  que al parecer ya lo esperaban para  la celebración… cuando nosotros llegamos no había ninguna persona en el lugar.

El sacerdote entro acompañado por unos niños, cuando salían del cuarto que estaba a la derecha, que al parecer ese cuarto también estaba intacto por los bombardeos.

Cuando el sacerdote estaba frente al altar, descubrió la imagen del Cristo lentamente quedándose con la sabana en las manos y pidió a la gente, por favor pongan este Cristo enfrente, al pie del altar… Fueron barios voluntarios quienes se acercaron para poner al Cristo como dijo el sacerdote entonces le hice un comentario a mi mamá.

Mamá, ¿Mire quien es el sacerdote?
Contesto ella, ¡Si ya lo vi!
Le pregunte ¿Lo reconoce? ¡Si! Es el padre Antonio de Chilpancingo,
¡No mamá! Replique, no es el padre Antonio, ¡Es el padre Lío! El que esta en Chicago, El celebra las misas en la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, donde vive mi hermana Victoria ¡No! No es el, dijo mi madre, ¡Mire bien mamá!
Le dije, en ese momento se le cambio su rostro.

Mamá mire bien, porque ahora ¡Ya no es el  padre Lío!
¡El rostro le a cambiado! Ahora parece que es el padre Jorge Amando de Chichihualco, ¡Si, mira, ahora si es el padre Amando!
Nos quedamos un instante en silencio, y de pronto exclame,
¿Nuevamente le cambia el rostro?
¡Ahora si es el padre Antonio!  ¿Que esta pasando?
¿Por qué a veces parece que es el padre Lío? ¿O el padre Antonio?
¿Ahorita nuevamente es la cara del padre Jorge Amando?
En ese momento, el padre Jorge Amando, se dirigió donde esta el sagrario, doblo la pierna derecha quedando de rodilla y tomo el cáliz.

Hubo un silencio, y cuando, estaba la Consagración, su mirada del padre estaba asía arriba, no en la Ostia para consagrar como se acostumbra, bueno yo lo creo que así es la Consagración.

Siguió la celebración, pero todo era muy lento como si estuviera en cámara lenta,
Además, parece que  habla  pero no se escuchan las palabras, solo se ve el movimiento de los labios y todos los presentes se veían uno con otro, parece que nadie puede escuchar lo que dice el padre.


LA IGLESIA BOMBARDEADA


Cuando llego la hora de la comunión muchos de los  presente pasaban para comulgar, mi madre y yo caminamos para formarnos en una sola línea para comulgar, Se acerco el sacerdote pero su mirada estaba perdida, después de unos minutos, empezó a dar la comunión, yo estaba delante de mi madre y cuando solo faltaban tres personas delante de nosotras, se terminaron las Ostias… El sacerdote se retiro para ir por mas y esperamos de pie, cuando el sacerdote regresaba, ya no se dirigió asía nosotros, los que esperábamos en la línea para la comunión, Sino que se fue asía el altar, las personas que estaban delante de mi, me voltearon a ver y solo hice un gesto, como diciendo ni modo.
 Y todos regresamos a los lugares sin comulgar.

Cuando el padre levanto el rostro, ya no era  el padre Jorge Amando, sino que para ese momento ya era el padre Lío…. Todos estábamos en el centro de la iglesia de pie, sobre todo ese escombro de piedras, todos los que presenciábamos la misa nos volteamos a ver uno a otro,  porque el padre Lío, quiso dar por terminada la misa en ese momento.

Cuando el padre se arrodillo, se desplomo lentamente frente al altar, y uno de los niños grito fuertemente, ¡Ayúdenlo! ¡Ayúdenlo! ¡Por favor ayúdenle!  Salieron corriendo unos hombres y lo levantaron, y en ese momento empezó a cambiarle el rostro nuevamente, como al principio.

Eran los tres rostros en uno solo. ¡El padre Jorge Amando!
Luego se transformaba con el  rostro ¡del padre Antonio!
¡Y luego con el rostro del padre Lío!
Todos  mirábamos con asombro lo que sucedía.
En ese momento se puso de pie el sacerdote con el  rostro del padre Jorge Amando, y dijo a gritos ¡Dios mío! ¡Dios mío! Y se arrodillo…
Inclinando la cabeza y diciendo fuertemente ¡Padre mío y Dios mío! ¡Perdóname! ¡Perdóname!
Hubo un silencio prolongado…. Como por arte de magia, la capa verde que tenia puesta el padre, Cambio de color verde, a un color perla, se fue opacando nuevamente, hasta tomar un color blanco amarilloso, como esa ropa de color  blanco, que se guarda por años y que al pasar el tiempo se torna a un color amarillos.
La verdad no puedo describir exactamente como es ese color de antigüedad.




LA IGLESIA BOMBARDEADA

Después de esa transformación de los colores, todos salimos en silencio de la iglesia derrumbada, dejando al  padre Jorge Amando solo, y de rodillas, con la cabeza inclinada, creo que hacia oración, pero no era esa oración tan común, donde solo se arrodillan por costumbre.
Sino que parece que  “DIOS” estaba allí presente.
Sí, por que se sentía esa  paz, en el aire.

Cuando salimos de la iglesia, mi madre y yo, caminamos en la calle donde nos bajamos del  autobús cuando llegamos,  pero en completo silencio, parecíamos dos extrañas. Caminábamos una al lado de la otra, yo solo escuchaba la respiración de mi  madre, pero cada quien en un mundo diferente.

Mi madre, volteaba a su alrededor, como si solo admiraba esos  pequeños cerros con el color de Otoño,  unos árboles sin hojas, otros con las hojas con el color amarillo y algunos arbustos secos completamente, los cerros que rodeaban al pueblo, no eran tan grandes… Mi madre seguía con su  mirada perdida.

Yo quería saber lo que pensaba mi madre, pero no me atrevía a interrumpir sus pensamientos… Cuando ella quiera hablar me dirá lo que piensa, creo  que no es el momento para preguntar nada, Mi madre a veces inclinaba la cabeza, como si estuviera cansada.

Pasamos mucho rato caminando y la veía tan distante que me  preocupe
Decidí preguntarle ¿Mamá, qué piensa de lo que paso? Me volteo a ver, como si no me reconociera, clavo la mirada al piso y siguió caminando sin responder.
Entonces vino a mi mente todos esos momentos vividos en la iglesia
Y me pregunte.
 ¿Quien sería el que bombardeo la iglesia?
 Y ¿Porque?
¿Quien seria el que me hablo? Cuando estaba el Cristo en el piso, ¿Sería la misma imagen?

¡DIOS Mío! ¿Acaso tendría vida El Cristo, cuando estaba tirado en el piso?

Fue entonces que se me erizo la piel, como ahorita, tan solo al recordar sus palabras. Cuando me dijo.



¡Tú puedes arreglarme el brazo si quieres!  
¿Porque El  Cristo estaba tirado?
¿Porque el padre no me quiso dar la comunión? 



¿Porque le cambiaba el rostro, una y otra vez?
¿Y porque se desmayo el padre?
 En ese momento se acerca una mujer para hablarnos, era la primera persona que nos dirigía la palabra desde que llegamos al dichoso pueblo, y nos dijo, ¡Todo esta mal! ¿Verdad? Fue mi madre quien contesto, ¿Usted también lo cree así?
La señora solo nos miro, y se retiro rápidamente si decir más palabras.

A lo que yo aproveche el momento para decir, mamá vámonos porque se hace tarde. Recuerde que yo deje a mis hijos solos, y el autobús ya va a salir, respondió rápido mi madre
¡Si ya vámonos! Y al momento desperté.

LA IGLESIA  BOMBARDEADA

Estaba sentada al borde  de la cama ¿Donde estoy?
Me pregunte en voz alta, porque me desperté desorientada,
Creí que estaba en realidad junto a mi madre, mire el reloj, son las cinco de la mañana
¡DIOS Mío, DIOS Mío! Solo es un sueño.


Junio / 20 / 2003


Maricela González Cerón     

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