CIUDAD DE CRISTAL
Lunes Septiembre 1989
Caminaba con mis hijos Elizabeth y Jesús Alberto,
junto a mi madre Victoria Cerón, en un pequeño pueblo desconocido, la calle era
amplia y empedrada, íbamos platicando y
no nos dimos cuenta que nos aviamos alejado demasiado del pueblo.
¿Donde esta mi hermano Jesús? Le pregunte a mi madre, Dijo
que el vendría por nosotros, en ese momento vimos que se acercaba junto a
nosotros, una camioneta pequeña de color verde cenizo y quien la venia
manejando era mi hermano Jesús, al llegar junto a nosotros, nos dijo, ¡No puedo
detenerme aquí! Sigan caminando y yo los espero mas adelante para que se suban,
y se fue rápido.
Nosotros seguimos caminando juntos, no se cuanto
tiempo transcurrió, y sin darnos cuenta, aviamos llegado a la orilla de un río,
el agua es cristalina, se ven claramente las piedras mas pequeñas dentro del
río, tiene un brillo hermoso, con la mirada recorro todo a mi alrededor y miro que allí cerca del río, mi
hermano Jesús, ya esta esperándonos en la camioneta que esta estacionada
delante de nosotros.
¡Suban rápido! nos dijo, nos miramos unos a otros, yo
le respondí, ¡Espera¡
El nos dijo una vez más, ¡Súbanse rápido atrás!
En ese momento, yo me agache para agarrar una piedra
que me llamo la atención, era pequeña color verde, estaba enterrada entre la
arena, y con el dedo rasque la arena para sacarla, pero el tamaño iba creciendo
y al descubrirla toda, la tome con mis dos manos ¡Es una piedra de color verde esmeralda!
Parecía de cristal, o de algún mineral para mi
descosido, pero creo que es una esmeralda, le dije a mi madre, mamá, ¿Sabe usted que es esto? Ella miro la
piedra y clavo la mirada en el piso, y sin decir palabra alguna, seguimos caminando,
yo guarde la piedra en la bolsa de mi pantalón, a pesar de ser tan grande no se
como pude guardarla en la bolsa de mi pantalón,
cuando busque a mi hermano para subirnos a la camioneta, ¡El ya no esta
cerca de nosotros! Seguimos caminando, no se por cuanto tiempo más, cuando nos
dimos cuenta estábamos en un lugar mas lejos y desconocido, la calle empedrada
donde caminábamos desapareció, solo caminábamos en un camino de arena firme,
digo firme, porque no dejábamos huellas o marca alguna al caminar, como suele
quedar sobre la arena, pero si era arena porque al verla, esas partículas finas
quedaban brillando sobre los pies.
Que extraño es todo lo que esta pasando, caminamos un
poco mas y adentramos en un pueblo diferente: a los extremos del camino donde
nos encontramos, hay unas montañas grande y sombrías…al pie de esas montañas, a
mi lado izquierdo, corre un pequeño río cristalino, esta echo con cristal, por
que el agua no se filtraba a pesar de ser pura arena, se ve claramente como
corre el agua cristalina.
CIUDAD DE CRISTAL
Seguimos caminando un buen rato, ¡No había forma de
saber el tiempo!
Pues nadie tenía un reloj para saber la hora.
Mi madre, mis hijos y yo, nos detuvimos frente a una
entrada que nos llamo mucho la atención, había unas luces de colores hermosos,
eran unas barras de cristal gigantes, el
resplandor de esas luces era diferentes, como si tuvieran luz propia.
Esas luces de colores, formaban un arco iris, estaban
marcando la entrada a una ciudad.
Quedamos de pie frente a esas luces admirando su
belleza, ocurrió algo extraordinario… Al dar el primer paso,
quedamos adentro de una ciudad muy grande, blanca y cristalina, con un cielo
azul infinito.
Mi madre mis hijos y yo, solo nos miramos uno a otro,
y todos regresamos a ver asía tras, para ver que estaba pasando, y al momento
desaparecieron las luces de colores quedando cerrada la entrada, solo se veía
una muralla circular enorme, como si estuviera echa de hielo blanco.
Cuando miramos al frente, mi madre también había
desaparecido del lugar.
Solo quedamos juntos mis hijos y yo…. No sabíamos lo
que estaba pasando.
Pensé en voz alta, preguntándome, ¿Donde quedo mi
madre?
Estaba segura que mi madre esta dentro del lugar,
¿Pero donde?
¿Porque no esta junto a nosotros? Seguimos caminando
como si alguien nos dirigiera al lugar y cuando adentramos mas en la ciudad de
cristal mi madre ya estaba con nosotros en ¡La Ciudad de Cristal!
Se me olvidaba decir, que tan pronto desaparecieron
las luces de colores
Todo lo que nos rodeaba era de color blanco y
cristalino
Ese nombre le di, “CIUDAD DE CRISTAL”
¡Todo era blanco cristalino! Paresia de hielo, ¡Pero
no hacía frío!
Hera un lugar hermoso, indescriptible, el cielo era
azul infinito y claro, como nunca lo he
visto en la tierra, había una luz que alumbraba esa ciudad, era única, era todo
de color blanco transparente y a la misma vez era cristalino, no se explicar
exactamente como era ese color.
¡Era una ciudad enorme, gigantesca, echa de puro
cristal blanco! Todo el horizonte se veía
una pared de cristal que rodeaba la ciudad, eran murallas enormes blancas.
Cuando estábamos admirando tanta belleza, se acerco
una mujer junto a nosotros, vestía un atuendo gris y un manto color gris mas
oscuro que le cruzaba sus brazos, su expresión era amable y
nos dijo… ¡Vamos hacer el recorrido! Pero por su tono de voz que nos dio,
era más bien una orden, no una sugerencia… así que mis hijos y yo seguimos a la
señora sin protestar.
CIUDAD DE CRISTAL
En ese instante me di cuenta que mi madre
nuevamente se avía desaparecido la
busque con la mirada todo el rededor mío, yo tenia la certeza de que estaba
dentro de la ciudad, pero no sabia exactamente donde, quería preguntar a la
señora por mi madre, pero estoy
desconcertada, confundida por todo lo que esta sucediendo…pienso que solo hay
que obedecer a la persona que nos dirige.
Y sin preguntar ni protestar, seguimos caminando en
silencio, admirando todo nuestro alrededor junto a la señora, de pronto, todos nos
detuvimos al escuchar una voz fuerte que dijo…¡Esta persona, es quien se encargara de dar todas las explicaciones a
tus hijos, Jesús Alberto, Elizabeth y a ti! ¿Pero quien lo dijo? Pregunte
en mi pensamiento, y contesto la mujer, Es
“El”, El, es quien manda y hace las leyes aquí, busque con la mirada a la persona que hablo tan fuerte,
ninguno estaba cerca de nosotros, me quede mirando a mis hijos sorprendida,
ellos solo sonreían, vámonos, contesto la señora y empezó a caminar y nosotros
detrás de ella.
La mujer dice.
¡Ustedes solo son visitantes en esta ciudad!
¡Así fueron elegidos!
Mirándome dijo ¡Tú tienes la prueba para la entrada!
De que habla, o, a que se refería, cuando dijo que yo tenía la prueba para la
entrada, quise preguntar a que se refería, en ese instante nos indica, sigan caminando,
y nosotros sin protestar la seguimos. Esta mujer contesta mis preguntas que
nunca hago o digo, si, porque yo solo pienso la pregunta que quiero hacer, y
ella me mira y explica la respuesta exactamente de la pregunta que yo solo pienso.
Seguimos caminando, la señora iba adelante, mis hijos
y yo uno al lado del otro.
Visitamos las primeras cuevas pequeñas o habitaciones,
ese nombre nos dio la señora,
Mientras caminamos nos dijo claramente,
¡Estas son habitaciones, y no cuevas como tú les
llamas!
Si, como desdije anteriormente, la señora explica y
responde mis preguntas sin yo hacerlas…
mas bien, creo que ella leía mis pensamientos.
También nos dijo.
Estas son las habitaciones donde vivimos y trabajamos
diariamente.
Aquí en La Ciudad de Cristal, ¡Nunca llega la noche!
A lo que yo me pregunte en silencio, ¿Ciudad de
cristal?
Así es, replico la mujer, ¡Aquí es la Ciudad de Cristal!
¡Igualmente como tú la llamas!
Aquí nunca llega la noche… ¿Como que aquí no hay
noche? Pensé.
Me mira y dice ¡si!
¡Aquí la noche no existe!
Porque la luz del sol siempre esta en los cristales.
Cuando los rayos del sol asoman en el oriente, estos
rayos dan en los cristales más altos de la habitación principal, y queda iluminada
por completo toda la ciudad con esa luz clara y transparente, no es blanca como tú crees.
CIUDAD DE CRISTAL
Dentro de esta ciudad, lo que de lejos parecía tener
tanta blancura, en realidad de cerca son unas barras de hielo cristalino, y en
medio, o en el fondo era que tenía ese color blanco transparente, pero no
existe el frío… todo el clima es agradable.
Cuando nos acercamos más, junto a la pared, vimos que
de esas barras gigantescas estaban incrustadas las cuevas, y estas mismas
cuevas, eran donde vivían las personas que habitaban en la ciudad.
En el recorrido nos encontramos con personas que
hacían el mismo recorrido, igual que nosotros, entre ellos ninguno habla, aquí
reina el silencio, toda persona que esta aquí dentro, solo siguen a quien les
dirigía, ellos son los instructores, cada quien tiene su grupo.
Estas cuevas incrustadas en esa muralla gigante, solo
se dividen por una pared, una pequeña pared del mismo cristal blanco, los
espacios de las cuevas son pequeños, todas hechas de un cristal blanco
cristalino hermoso, en cada cueva o división, era donde vivían cada una de las
familias, y era también su lugar de trabajo, donde elaboraban figuras de
cristal, basadas en puras figuras marina, como pescados, caballito de mar,
estrellas, toda clase de animales que habitan en el mar.
Los habitantes de esta ciudad, no usan herramientas ni
electricidad para elaborar sus figuras, solo utilizan sus dedos, la luz que tiene
toda la ciudad, era únicamente el resplandor del sol blanco que reflejaba en la
cúspide de las barras blancas y cristalinas mas alta de esta ciudad.
“El sol blanco” me refiero a un sol blanco porque la
luz de este lugar no es igual a los
rayos del sol en la tierra, la luz de la cual yo hablo es una luz solar
pero de color blanco transparente, que bien puede llegar a ser una luz violeta
clara o azul celeste transparente, por que el blanco fuerte te lastima los
ojos, en cambio estos colores celestes no, pero no se como se considerar
este color, porque son los rayos
del sol claros transparentes. Ya hemos
recorrido la mitad de la ciudad, ahora nos encontramos frente a la cueva
superior, la cueva más alta de todas las que existen en este lugar, esta habitación es la principal. De donde se
desprenden esas barras enormes y que forman una x como la base de esa habitación, en ella habita
la persona más importante de todos…nos dice la mujer.
Esta habitación
es más grande de todas, esta tiene un peldaño que se
desprende de la pared al lado derecho, este peldaño parce que es de mármol
blanco, frente al peldaño, está de pie un hombre muy alto, viste una tunica
blanca, como la nieve de invierno, amarrado
a la cintura tiene un cordón de hilo blanco, su piel, es de color perla, de un
porte sereno y generoso, tiene puestas unas sandalias muy finas, son casi del
color de su piel.
CIUDAD DE CRISTAL
Este hombre esta de perfil, leyendo un libro enorme y
grueso, sobre el peldaño, la cobertura del libro es de color blanco, el borde
de las hojas del libro es de color oro brillante, su mano derecha, detiene la
parte del libro abierto, y la mano izquierda, sobre la otra parte del libro, El Hombre no despega la mirada del
libro. Pero en este instante volteo ligeramente para mirarnos unos
segundos con una sonrisa amable, yo al sentir su mirada, pude ver sus ojos
grandes de color negro profundo, nuevamente regreso su mirada sobre el libro
que leía, y aunque esta de perfil se nota una sonrisa muy suave,
La cueva donde El habita, perdón (La habitación) tiene
la forma de una gran pirámide, pero la entrada esta en forma de arco, de la
misma que se desprendían las barras blancas cristalina, esta es la mas grande y
fuerte de todas las habitaciones, parece que son de cristal de hielo, pero la
temperatura no es fría, mas bien la temperatura es calida, también unos cristales al pie de la pirámide,
que se desprendían de la misma y que formaban unas X, estas son de color mas
claro y transparente.
Este hombre de quien no puedo darles exactamente la
descripción, por su belleza inexplicable, su imagen es única ¡El, es quien dicta las leyes aquí en la
ciudad de cristal! Las reglas que se deben de cumplir tal como lo ordena él,
eso fue lo que nos dijo la señoras, nuestra guía, ella si vive dentro de la Ciudad
de cristal.
La señora sigue explicándonos… aunque en el poniente
se oculte el sol, también se quedan los rayos del sol reflejados en los
cristales, de la misma habitación.
¡Aquí no se divide el tiempo, ni por el día ni por la
noche!
Aunque el mundo
gire a cualquier velocidad, los rayos del sol siempre esta en los
cristales, ¡Esa es la razón por la cual, aquí, nunca llega la noche! Esta
ciudad esta ubicada en medio ¡Entre el oriente y poniente!
Para eso sirven los cristales que se desprenden de la
habitación mayor.
Mientras que yo, a esta habitación mayor, le di el
nombre de pirámide.
En ese momento pudo preguntarle en voz alta ¿Entonces,
aquí nunca duermen?
¡No! Y ella me contesto con una sonrisa amablemente.
Vuelvo y pregunto ¿Nunca sienten el cansancio? ¡No! contesta
¡Eso, solo lo sienten en el lugar de donde vienen
ustedes!
Ahí se cansan, es por eso que les llega la noche, para
que descansen.
A nosotros nunca
nos llega el sueño, ¡El sueño no nos alimenta!
Además, tenemos reglas que respetar, y una de las
reglas más importantes es,
¡Que nadie se puede casar con gente extraña!
Replico nuevamente la mujer con un tono mas fuerte,
CIUDAD DE CRISTAL
La gente que
no vive en esta ciudad, ¡Es la gente extraña!
¡Los que
viven ajenas a nuestras leyes y tradiciones!
La que solo
viene de visita…como ustedes.
Aquí, dentro
de nuestra ciudad ¡Hay que respetar todas las reglas de nuestra religión! Por
que si no lo hacen, ¡Quedan desheredados y excomulgados!
Aquellos que
rompen las leyes de este lugar, jamás pueden regresar a la ciudad.
En ese instante nos empieza a relatar la historia de
una mujer.
Un día, ase ya muchos años, una
hermosa joven que vivía en esta ciudad, se enamoro de un joven caballero que
vino solo de visita…Hubo un silencio que marco la pausa.
Luego dijo…Ella aquí, ¡Era una
Princesa! Todos la queríamos y la respetábamos
¡Y así se rebelo contra de las leyes existentes!
Un joven caballero quiso casarse con ella, ¡Por que se
amaban con locura!
Cuando se entero el Señor… Ella se refería a l a
persona que anteriormente les describí Al hombre alto, y su piel color perla,
digo color perla, porque no era blanco ni moreno claro, sus ojos grande de
color negros, con una sonrisa de dulzura, vestido de blanco, atado a la cintura
con un cordón de hilo y con unas sandalias, del color a su piel, y que estaba
leyendo el libro grande con la pasta de color blanco, y con el color de oro al
borde de hojas, y a quien ellos le tenían como un “Dios”.
Siguió hablando la mujer.
Cuando se entero el Señor quien hace cumplir las
leyes, se molesto. Fue tanto el descontento que al momento mando a desheredarle
¡Y a expulsarla!
La joven
Princesa, salio de la ciudad ¡Como una ladrona!
Ahora, ella sufre y llora, ¡Jamás se le permitirá
volver a la Ciudad de cristal!
A ninguna persona que venga de visita, se le permite
quedarse,
¡Ni tomar posesión del conocimiento de nuestra la
ciudad de cristal!
Todo aquel que lo intenta ¡Muere al instante!
! Esta vez, el joven caballero que se enamoro de la
Princesa, ¡No murió!
La Princesa y su amado vivieron…Pero fueron echados
fuera de la ciudad al momento ¡Los dos como ladrones!
Esta vez, el joven quedo con vida,
¡Solo para que sea el ejemplo vivo para los demás!
Para que nunca otros hagan los mismos errores.
Algunos visitantes que llegan pueden
ver a la princesa, y entonces ella se acerca, para pedirles de favor, que le
digan como están sus padres dentro de la ciudad,
Pero nadie le puede decir nada, de lo que ella quiere
saber porque ninguno de los visitantes sabe quienes son sus padres de la
princesa.
CIUDAD DE CRISTAL
Hay una diferencia enorme, entre la princesa y su
amado, y es que esta joven princesa, ¡Nunca puede envejecer! Fue lo contrario,
con su joven amado,
¡El joven envejeció
rápidamente!
Lo reafirmo la señora con mucha tristeza.
Si ¡El joven envejeció y murió rápidamente!
Ahora la princesa esta sola ¡Y sola quedará por
siempre!
Ese es el precio tan grande que ella tiene que pagar
por siempre,
¡Por haber quebrantado las leyes de esta ciudad!
Aquel joven era solo un visitante más,
¡El no tenía derecho a enamorarse de la princesa! Y
quebrantando las leyes unieron su amor, solo fue por poco tiempo, porque así
como se enamoro de pronto, así envejeció y murió rápidamente…la señora guardo
silencio y suspiro con profundo dolor.
En ese instante, vi. A una hermosa joven de piel
morena clara,
Estaba parada en la cima de la muralla de cristal que
servía como barrera entre la ciudad de cristal y el mundo exterior.
Su vestimenta era de color verde turquesa, le cubría
abajo de la rodilla y tenia una cabellera negra y larga, en la mano derecha,
sostenía una madera como si fuera una lanza, pero ¡Muy delgada y grande! Yo
sentía su mirada sobre mi, quede paralizada, como una estatua, pero sentía yo un
aire frío y como si me hubiera perdido en el tiempo, no se si era miedo, pero
me frise por un momento, sentía algo pesado sobre de mi, y no podía ni pensar, yo
solo la miraba, sus ojos eran hermosos de color negro y grandes, su mirada era profunda…
me sentía tan cerca de ella pero como si yo estuviera en otro lugar perdida en
tiempo, a lo lejos escuche la voz de la señora, que me decía apresurada. ¡Es
ella, es ella! ¡Si! ¡Es ella, La princesa!
¡Pero no te preocupes! ¡A ti, ella no te puede
preguntar nada!
Porque estas muy lejos de ella, ¡Aunque tu la sientas
cerca!
Ella sabe que no se puede acerar más a ti, ¡No temas!
Yo volví a sentirme que estaba junto a mis hijos, y
escuche la voz de esta señora muy claramente, pero entonces el tono de voz de
la señora cambio, se escucho con mucho dolor y tristeza.
¡Si, es ella, ella es la
princesa!
¡Pero no te preocupes! ¡A ti, ella no te puede
preguntar nada!
Porque estas muy lejos de ella, ¡Aunque tu la sientas
cerca!
Ella sabe que no se puede acerar más a ti, ¡No temas!
Ya no dijo más, solo seguimos caminando en silencio,
Parecía como si la presencia de la princesa, le
hubiera entristecido el alma,
Seguimos caminando juntos, la señora, Jesús Alberto,
Elizabeth y yo, pero en silencio… solo mirábamos a nuestro alrededor… todo era
de un color blanco intenso
CIUDAD DE CRISTAL
Después de caminar en silencio un rato prolongado dijo
la señora con voz afirmativa.
Todos los visitantes son bien venidos, pueden entrar a
la ciudad para ver las figuras de cristal que se hacen aquí, ¡Pero nada se
pueden comprar aquí con dinero!
Yo quería preguntar, ¿El porque no se podía comprar
con dinero?
Pero fue tan estricta al decirlo, que no me atreví a
preguntar, el por que no se compran las cosas con dinero, o como se hacia, esta vez ella no contesto mi pregunta en
silencio, como lo hacia antes y me quede con la duda.
Mis hijos y yo, solo nos mirábamos en silencio, y
seguimos caminando junto a la señora que nos narraba la historia de la Ciudad
de Cristal.
Además también había más gente como nosotros, de
visitantes en este lugar, todos eran desconocidos para nosotros y solo nos
veíamos unos a otros.
¡Ellos entraban igual que nosotros de sorprendidos!
Al ver la belleza del resplandor de la luz, que no se
podía explicar como era exactamente.
Bueno, después de tanto caminar en silencio, la señora
nos dijo.
Como ven todos llegan aquí, ¡Igual que ustedes!
Como si ella adivinara nuevamente nuestros
pensamientos dijo.
Primero ¡Llegan al pueblo que esta cerca de aquí!
Después de un instante, sus pasos se dirigen asía la
entrada de esta ciudad.
“La Ciudad de Cristal” si, lo reafirmo con una sonrisa
y amablemente, volvió a decir
Así se llama, La Ciudad de Cristal.
Mis hijos y yo, solo nos veíamos entre nosotros, pues
no podíamos preguntarnos nada en el recorrido que hacíamos, nunca nos separamos
los tres.
Seguimos juntos recorriendo cada lugar que nos
enseñaba esta señora.
Todo era ¡Extraordinariamente hermoso!
No se como, ni en que momento fue que nos encontramos
con mi madre,
En ese instante estábamos juntos otra vez, ¡Mi madre,
Jesús Alberto, Elizabeth y yo!
No se por cuanto tiempo caminamos, porque ahí en la
Ciudad de Cristal,
¡No se siente el tiempo, ni el cansancio!
Seguíamos caminando, los cuatro junto a la señora,
Tanbien hubo un momento en que nos explicaba el porque
la luz no lastimaba los ojos, dice que porque la luz no es totalmente blanca, y
porque da el color azul que tiene el cielo, dice que es por la lejanía y que el
sol blanco es por los cristales.
CIUDAD DE CRISTAL
Bien, dentro de mi relato es algo confuso, por que yo
explico lo que veo y lo que
nos pasa en el momento, mas cuando nos explica la señora yo tengo que
callar.
Cuando nos detuvimos frente a una habitación donde
estaban unas personas trabajando el cristal al pie de esa habitación había un
río pequeño y cristalino, posiblemente es el mismo río que estaba afuera de la
ciudad cuando veníamos caminando.
El agua cristalina que corría, era como si estuviera
formado del mismo cristal
Solo que el río estaba mas angosto y mas cristalino
que cuando entramos en la ciudad.
Aquí dentro de la
ciudad, el río corría justo al pie de las cuevas en toda la ciudad, perdón,
“las pequeñas habitaciones” como las menciono la señora que nos acompañaba.
El río, es lo que dividía entre las pequeñas
habitaciones de cristal y la arena ¡Si! Porque en el centro de la ciudad, había
un espacio muy grande, cubierto de esa arena tan especial, porque aquí la arena
es color blanca muy fina, ¡Brillaba como diamantes! En ese espacio de la arena,
tienen unas carpas blancas, y dentro de las carpas, unas mesas blancas de
cristal, donde exponían todo las figuras que tenían.
¡Es hermoso ver todo aquello! Tiene un resplandor
excepcional, indescriptible, esa luz que brillaba de la arena, no lastimaba los
ojos a pesar que brillara tanto como si fueran partículas de diamantes, ¿Pero
diamantes en arena? Es algo indescriptible.
Se me hace curioso ver que trabajaban el cristal solo
con sus dedos, quiero decir sin usar herramienta y daban así la forma a esas figuras
marinas, como pescados, estrellas, caballitos de mar, conchas y barcos, de
cristal dentro y fuera de las pequeñas habitaciones, o de las cuevas como yo
les nombre, todas las personas que viven aquí hacen lo mismo, además que los
habitantes de la ciudad, no pueden hablar con la gente que visita… de no ser la
persona asignada para dirigir a los visitantes en grupo.
Si, ese fue
el nombre que la señora me dijo,
“ESTA ES LA
CIUDAD DE CRISTAL”
Aun sin
saber el nombre, yo, ya le llamaba así.
“LA CIUDAD DE CRISTAL”
“LA CIUDAD DE CRISTAL” es hermosa…replico la señora,
Aquí todo debe de ser transparente y cristalino,
¡Es la ley,
y se debe de cumplir exactamente como es, para poder vivir aquí!
Hay algo más, ¡Todo el cristal es puro, nace aquí! Con
esta explicación terminamos el recorrido, nos dijo la señora que nos
acompañaba.
Además como despedida dijo la señora señalando con un dedo una
casilla, esa es la línea donde se pueden formar ¡Para regresar al lugar de
donde vinieron!
¡Solo por ese medio pueden transportarse para su
regreso!
Ese es el único transporte que tenemos para el uso de
la gente que tiene que regresar al pueblo de donde llegaron.
También nosotros los hacemos aquí., como ven, solo son
pequeños barcos o aviones de cristal, donde solo una persona puede subir para
transportarse a la salida de ¡La Ciudad de Cristal! Cada quien cuando le toca
su turno.
Ese transporte al que se refería la señora, estaban
colgados de un cable grueso de metal ¡Como si fuera un teleférico! Solo
servia para transportar a las personas
Que iban de regreso, las dejaban exactamente donde se
iniciaba la entrada a la Ciudad de Cristal.
Reafirmo la señora diciendo:
¡Nadie puede usar ese transporte para poder entrar a
la Ciudad de Cristal!
Y yo pregunte ¿Porque no se
permite usar ese transporte para entrar?
Pregunte ingenuamente, la señora se sonrío dulcemente
sin contestar mi pregunta, solo dijo, con una voz autoritaria. ¡Ya es hora
de su regreso!
¡No olviden de que solo son Invitados a este lugar!
Fórmense,
lo dijo dando una orden que no se puede desobedecer, pero sin perder la
amabilidad.
Nos formamos en la línea para esperar nuestro turno,
porque había más gente delante de nosotros, se formo primero mi madre, detrás de
ella Elizabeth y después Jesús Alberto, yo estaba al lado de el, después de
unos minutos de espera llego el turno para salir y primero subieron a mi madre,
subió sin problema era un pequeño barco, vimos como se iba alejando del lugar
en ese teleférico de cristal.
Quedamos esperando mis hijos y yo, cuando fue el turno
para subir al teleférico a mis hijos, la persona que estaba ayudando los
detuvo… pero se acerco a mí y me dijo
¡Tú vas
primero! Me acerque, pero cuando yo trate de subirme a la figura de cristal para salir de la ciudad, al poner los píes en el
fondo paresia un barco pero este se desfondo y quede en medio del barco de
cristal, la altura no era muy alta... porque me ayudaron para bajar del barco
sin problema, y dijeron, trata otra vez.
“LA CIUDAD DE CRISTAL”
Pero tienes que formándote en la línea otra vez y
hasta que llegue tu turno podrás subirte…vénganse mis hijos, les dije, vamos a formarnos en la
línea otra vez. Por segunda vez, me subieron a mi primero, y el barco volvió a
desfondarse, yo estaba asustada y muy preocupada, por que mi madre ya nos esperaba
en la en la entrada de la ciudad donde la bajaron.
Un hombre que estaban cerca de nosotros subiendo a las
demás personas que tenían que salir de la ciudad, me dijo, tu hermana Guille,
esta junto a tu mamá, esperando por ustedes, ¡No te preocupes!
Yo me dije en silencio, Guille mi hermana, junto a mi
madre, ¿Cómo llego ahí?
¡Si ella no sabia donde estábamos!
Volvimos a formarnos por tercera vez,
Nuevamente al subirme al barco se volvió a desfondar,
me ayudaron a bajar del barco, y me retire muy confundida.
¿Que me está pasando?
¿Porque no puedo irme de aquí?
Y mis hijos, ¿Dónde están?
¡“Dios Mío”, Dios Mío! ¿Donde estamos y que puedo hacer para salir de aquí?
Camine apresurada al centro de la ciudad, tratando de
encontrar a la señora quien nos avía informado de todo lo que pasaba en la
ciudad, para preguntarle que podía hacer
para salir del lugar. Caminaba yo asustada buscando a la mujer, con la
esperanza de encontrar respuesta a mi pregunta, porque se desfondaba los barcos
cuando me subían, ¿El porque, yo no podía salir de la ciudad? tratando de encontrar
a la señora, de pronto dije en voz alta “DIOS
MIO” Mis hijos, ¡Mis hijos, están ahí!
Camine apresurada para llegar donde estaban mis hijos,
y cuando estaba frente a ellos les pregunte. ¿Qué hacen, y como llegaron aquí?
No me respondieron, solo me miraron sonriendo y se
llenaron sus ojos de lágrimas, pero eran lágrimas de alegría al encontrarnos.
Mis hijos estaban dentro de una de las carpas donde
exponían las figuras de cristal.
Una señora estaba junto a mis
hijos, era quien cuidaba de ellos, mientras que yo llegaba al lugar, y la
señora me dijo… ¡Yo sabía, que usted tenía que regresar a este lugar! Me dijo,
señora, la estamos esperando, ¡Usted no puede salir de aquí!
¡Por que lleva algo que no le pertenece!
Me sorprendí al escucharla, ¡Yo no tengo nada! Le
dije, solo tengo la ropa que llevo
puesta, le conteste muy segura de lo que
decía.
Pero ella con la mirada me
señalo el bolsillo de mi pantalón.
Yo me revise, y efectivamente tenía en el bolsillo de
mi pantalón, esa hermosa piedra de cristal color verde esmeralda, que me
encontré antes de entrar a la ciudad.
“LA CIUDAD DE CRISTAL”
Y dije, Si, la pierda, es verdad, ¡Esto es lo único
que tengo!
¡Yo me lo encontré afuera de la ciudad! la saque de
bolsillo de mi pantalón y al tenerla en mis manos, la piedra se hizo pedazos.
Luego, quise poner los pedazos
sobre la mesa que estaba junto a mí, pero antes de poner los pedazos sobre la
mesa, en mis manos se hicieron granitos más pequeños, me quede tan sorprendida
y solo miraba a la señora.
Ella me dijo amablemente, no se
preocupe, ¡Póngalos así sobre la mesa!
¡Todo será para bien, y usted ya puede salir de aquí!
Al poner los pequeños granitos de piedra sobre la mesa
¡Se convirtió totalmente en polvo brillante!
Me sorprendí más al ver todo lo que estaba pasando.
Yo que por curiosidad quise tocar ese polvo con mi
dedo índice... Al tocarlo suavemente, mi dedo quedo lleno de ese polvo de
cristal, mas bien, por el brillo parecía diamante molido.
Ese polvo brillaba como
diminutas estrellas de diamante cristalinas,
quise quitarme el polvo de mi dedo sacudiendo fuerte mi mano, estaba
asustada, no quería que me quedara nada pegado, y al ver mi dedo, ya no tenia
el brillo, solo estaba cenizo, con una cortada que casi me arranca la yema del
dedo,
No me dolió, ni me sangro la cortada en mi dedo, me sorprendí
mucho más.
¿Porque no me sangra ni me duele? Me apreté
fuertemente el dedo para ver si a si sangraba y solo se abrió un poco más la
herida, pero fue dando la forma como si fuera exactamente la boca de un
pescado.
En silencio tome a mis
hijos de su mano, y les pregunte nuevamente.
¿Que hacen aquí?
¿Díganme como llegaron?
Me contesto rápido la señora,
¡Para que usted pueda salir de aquí junto con sus
hijos!
¡Usted y sus hijos ahora tienen que encender una vela!
Una vela cada quien, para que la perdonen por lo que
lleva, y pueda así, reunirse con su mamá en la orilla del río que esta afuera
de la ciudad.
La señora tomen estas tres velas chicas y nos las dio
en la mano, una vela cada quien son gruesas, dijo, y sonreía.
Ahora prendan las velas de esa
luz, y señalando con su dedo, apareció una luz sobre la mesa que estaba junto a
nosotros…Era una luz de un pequeño aparato,
Pero en el mismo instante, ¡Todo quedo obscuro,
completamente en tinieblas!
Solo era una flama muy pequeña, que nos alumbraba.
LA CIUDAD
DE CRISTAL
Los tres encendimos las velas gruesas y nos quedamos parados
mirándonos uno a otro en silencio…En ese momento se escucho una voz fuerte que
nos dijo claramente,
¡Cuando salgan,
no regresen a ver así atrás!
¡Para nada,
ni por nada!
¡Por que no
saldrán de este lugar jamás!
Yo me estremecí al escuchar esas palabras.
nos dijo las instrucciones de cómo salir con una voz fuerte y dominante.
¡Van a
seguir la corriente del río!
¡Ese será el
camino que tengan que seguir!
¡Es una
orden! Dijo.
Y sin decir nada empezamos a caminar al momento, todo estaba
en silencio,
Seguimos las instrucciones, tal y como nos lo dijeron.
Todos caminamos en silencio, bajo las tinieblas de la
noche, solo la luz de las velas nos
alumbraban el camino.
Caminamos por mucho tiempo, sintiendo el aire fresco,
pero ninguno volteaba a mirarse, caminamos con la cabeza cabizbaja, ¡Mirando
solo la luz de las velas!
Íbamos por toda la orilla del río, esa era la señal
que nos dieron para poder salir del
lugar y llegar donde se encontraba mi madre.
Seguimos caminamos sobre la arena, al igual que como entramos, íbamos los tres juntos
Elizabeth, Jesús Alberto y yo, después de mucho tiempo de haber caminado,
Mi hija Elizabeth me dijo musitando y con una voz
quebrantada, mamá,
¿Por que no se apagan las velas? ¡Si hay aire, yo lo siento!
Le respondí, solo
“DIOS” sabe, ¡“DIOS” sabe todo lo que esta pasando!
Creo que estas
son las velas que se nombran cirio
pascual, que encienden en la iglesia, porque no se apagan…Seguimos
caminando un buen rato y nadie sentía cansancio, a pesar que ya había pasado
mucho tiempo, no sabíamos la hora que era, pero si sentíamos sobre nosotros la
oscuridad de las tinieblas.
De pronto, aparecieron a lo lejos dos siluetas entre
la oscuridad, apresuramos el paso cuanto mas podíamos y les dije mis hijos, ¿Distinguen
bien aquellas siluetas?
¿Quienes son aquellas dos personas que se ven a lo
lejos?
Si mami, es mi mama Tolla y mi tía Guille, dijeron con
mucho entusiasmo y caminamos mas rápido,
efectivamente ¡Era mi madre y mi hermana Guillermina! Estaban paradas al pie de
un árbol gigante, ¡Esperaban por nosotros!
No se como se encontraron mi madre y mi hermana en
aquel lugar.
Lo que si estaba segura que eran ellas.
Mis hijos y yo, seguimos
caminando apresurados, para poder llegar
más rápido junto a mi madre…Empezamos a comentar en voz baja lo sucedido.
LA CIUDAD
DE CRISTAL
En el camino que íbamos, se sentía un aire fresco.
Pero entre las
sombra de la noche se distinguían unas montañas enormes de arena, como si fueran
dunas, y nosotros caminando junto a ellas.
Después de unos instantes vimos que las montañas ya
eran mas altas, pero estas montañas ya tenían
árboles, estaban a los extremos de donde caminábamos, y enfrente, se
veían unos cerros pequeños con árboles altísimos, gigantescos,
Seguimos caminando a la orilla del pequeño río
cristalino y sobre la arena,
Con la seguridad de que estábamos pronto a
encontrarnos con mi madre.
A pesar de que todo estaba en tinieblas, la luz de las
velas, eran lo suficiente para no tener miedo a la oscuridad, ¡Las tres velas
seguían encendidas!
A pesar del aire fresco que se sentía,
Casi al final de la salida, recordé las últimas
palabras que dijera la señora que nos guiaba en la Ciudad de Cristal.
¡Ustedes solo son Invitados a este lugar!
Y me pregunte, ¿Por qué nunca nos dijo su nombre?
Ella también me dijo, la piedra verde que había
recogido antes de entra a la Ciudad de Cristal, es la prueba de que podrías
entrar a “La Ciudad de Cristal”, junto a tu familia
¡Para que la conozcan!
Yo me pregunte en silencio, ¿Porque yo? ¡Pero no
encontré la respuesta!
De pronto mire a mi madre y a mi hermana cerca, mis
hijos corrieron para abrazarla, mientras que yo trataba de correr como ellos
pero no podía, estaba como entumida y me ganaron a llegar, pero si al final del
camino pude llegar junto a mi madre y mi hermana Guille… cuando quise abrazar a mi madre.
Desperté exaltada, ¡Todo parecía ser tan real!
Que me quede con la duda, fue un sueño,
¿Ho Realmente
viaje en mi sueño, en cuerpo y alma?
¿Donde esta ese
lugar?
¿Que significaba este sueño en mi vida?
Al despertar me puse a escribir
Lunes Septiembre 1989
Autora: Maricela González Cerón