jueves, 23 de enero de 2014

VIDA CON OLOR A MUERTE


VIDA CON OLOR A MUERTE





Que te pasa corazón,
Que no se escucha tú palpitar,
Antes llorabas y reías
Fuera de dolor o de alegría,
Ase un tiempo corazón
Tuviste la sensación de amar
Y sentirte amado.

No te doblegues corazón.
Mejor dime que te pasa
Ya no escribes más poesía,
Ni se escucha más tu canto
No es tiempo de callar
Sigue tu paso corazón
Quiero sentir tu palpitar.

No quería darme cuenta
Que estaba entre tanta gente
Unos  lloraban, otros  gemían
Otros más ocultaban su rostro
Para no deja ver su  llanto,
Yo seguía gritando
Denme papel y lápiz
Que ahorita me estoy inspirando.

Soy un poeta y quiero seguir pregonando
Quiero gritar a los cuatro vientos
Que soy  feliz, muy feliz,
Con este amor que tengo
Que nace desde las entrañas,
Que te pasa corazón, no siento tu palpitar
Acaso no sientes tú estas manos
Que te están acariciando.

Debes tú, brincar de emoción
Que a tu lado esta tu amado
Esta llorando, tal vez sea de emoción
Al escuchar nuestra canción
Que ahorita estoy entonando
Es una canción de amor y de alegría
Porque están conmigo todos
Amigos y familia, anímate corazón.




Si estamos juntos, no comprendo
¿Porque están  llorando?
No tienen  porque llorar
Pareciera que nadie  escucha cuando hablo,
Mire a mi alrededor, vi que se estaban despidiendo
Echaron un puño de tierra sobre un cajón de madera
Dejaron flores sin aroma, todos  los iban pasando.

Levante la mirada y vi a mi alrededor
Avía tumbas abandonadas
Otras con cruces de madera bien clavadas
Quise correr y no pude
Trate de volar y no tenia alas,
Junto a mi estaba una cruz de madera recién pintada
Todos los amigos emprendieron su camino.

Solo quedaron de pie y llorando la familia
Una sombra se acercó a mí
Diciendo ¡Veámonos, que esperas!
¡Esta no es mas tu morada!
¿Porque? Pregunte asustada
Que no te das cuenta que no tienes ya materia,
¡Que de tu cuerpo, tu alma quedo despejada!

Ya no tienes cuerpo
Con el que antes tú gozaras,
Si te quedas ahí, quedaras sepultada
No, yo no quiero morir ahora
Lo que quiero es vivir para sentirme amada,
Este mundo para ti, ya no tiene morada
Yo gritaba y gritaba para que me escucharan
Todos se marcharon sin hacer caso a mis palabras.

Desperté llorando, tenía miedo que fuera verdad
Vi, las sabanas tiradas, solo me puse a rezar,
A La Virgen de Guadalupe Inmaculada.
Luego me senté para escribir, no sabia con certeza
Si era un sueño, o si lo imaginaba, estaba confundida.

Julio 2000.
Maricela G. Cerón